martes, 13 de septiembre de 2011

Una copa de vino vacía. En memoria de Marco (1982-2011)

Querido Marquito:
Aquel día te sostuve la mirada y sentí un vacío muy grande, porque no somos capaces de levantar la mano, me pregunte. Recordé entonces, tantas conversaciones en el lumbral de la puerta y como poco a poco te convertiste en el primer mejor amigo que tuve al llegar a la ciudad. Las historias, los consejos, las fiestas, tus romances, tus ocurrencias, los momentos de caminar sin hacer nada mejor que reírnos de la gente, los momentos tristes y sobre todo el apoyo que supimos darnos en los momentos difíciles, solo quiero agradecerte por todo eso, tal vez pedirte perdón por tanto descuido, cómo saber que atravesabas momentos difíciles, cuan solo debiste haberte sentido y cuan lejos debí haber estado yo y aquellos tiempos.
No se porque lo hicieron y aun las autoridades no tienen claro donde, como y cuando pero de todas las personas que murieron estos últimos meses a consecuencia de un vino de cartón como en tu caso la que mas dolerá e indignará siempre será la tuya, no se si quien remplazaba una amistad en tu vida era el alcohol solo sé que rezaré por ti todas las noches y aunque no estuve en la ciudad para darte un adiós apropiado siempre te recordaré como lo que fuiste, mi amigo y protector.
Lamento que una copa de vino vacía recuerde tu muerte, lamento no haber estado cerca de ti en esos momentos y aunque no haya nada que pueda hacer para cambiar las cosas, les hablaré de ti, diré que eras el gran amigo que fuiste, que tu  muerte no le hizo honor a tu gran corazón. Te extrañaré siempre. Saludos, nos veremos algún día seguro!
En memoria de Marco (1982-2011)

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